Como músico me siento extraño. Siempre había pensado que tocar en el metro era cosa de gente que no tenía donde ir, gente solitaria. Nos vamos a abrir a una experiencia sin igual, por iniciativa y conjunción de ensueños, como casi siempre.
Jóvenes, aventureros, sin miedo a nada, con la infinita gana de explorarse a si mismos, hasta incluso cambiar nuestra forma de pensar; siempre juntos, optimistas y soñadores. Nuestras capacidades artísticas serán expuestas cara cara al público monótono y trashumante de Madrid, intentando llenar de arte las galerías de gusanos de metal que comunican esa gran ciudad. ¿Qué nos encontraremos? en principio solo nos queremos encontrar a nosotros en esa situación. Simplemente, perfecta.
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